Como bien sabes, la semana pasada se hizo público que Elon Musk quería a todos sus trabajadores de vuelta en las oficinas de Tesla. Se filtró que el hombre más rico del mundo no era partidario del teletrabajo. Unos días más tarde hemos podido acceder al correo que mandó a sus trabajadores.
Según hemos podido saber, Elon Musk lanzó un ultimátum a los empleados ejecutivos de Tesla, pidiendo a los trabajadores que acudieran a la oficina y dejaran de “hacer de las suyas” o que renunciaran a su puesto en la empresa.
El viernes, Musk también envió un correo electrónico a los ejecutivos diciendo que tenían que pausar todas las contrataciones en todo el mundo porque tenía un “mal presentimiento” sobre la economía y necesitaba recortar el 10% de la plantilla de la empresa.
Aunque luego se echó atrás y el sábado tuiteó que el número de empleados seguiría aumentando, que nadie se preocupara.
Este es el correo electrónico que Musk envió a los empleados de Tesla diciéndoles que volvieran a la oficina o dimitieran:
Asunto: Para ser súper claro
Todo el mundo en Tesla está obligado a pasar un mínimo de 40 horas en la oficina por semana. Además, la oficina debe estar en el lugar donde se encuentran sus colegas reales, no en una pseudo oficina remota. Si no te presentas, asumiremos que has dimitido.
Cuanto más alto seas, más visible debe ser tu presencia. Por eso viví tanto en la fábrica, para que los que estaban en la línea pudieran verme trabajando junto a ellos. Si no lo hubiera hecho, Tesla habría quebrado hace tiempo. Por supuesto, hay empresas que no requieren esto, pero ¿cuándo fue la última vez que enviaron un gran producto nuevo? Hace tiempo.
Tesla ha creado y creará y fabricará realmente los productos más emocionantes y significativos de cualquier empresa en la Tierra. Esto no sucederá si se hace a escondidas.
Gracias,
Elon
Con este mensaje, Elon Musk, el hombre más rico de la Tierra, ha dejado clara cuál es su postura sobre el teletrabajo. Pese a los mensajes que dieron durante la pandemia, parece que la economía no está preparada para afrontar ese dilema, siendo la oficina el lugar sagrado para los CEOs.
