La tanatopraxia es la técnica que permite la conservación temporal de los cadáveres, aplicando métodos para la conservación, higienización, restauración o reconstrucción para presentar el cadáver del fallecido de la forma más natural posible ante sus familiares en el velatorio. Aunque no se requiere una formación universitaria específica, es imprescindible realizar un curso homologado de carácter técnico en tanatopraxia y tanatoestética, que suelen durar entre 300 y 600 horas, combinando formación teórica y práctica.
Esta práctica, cada vez más conocida y demandada, ha llamado la atención en los últimos tiempos por la sorprendente confesión de la cantante argentina Oriana Sabatini, hija de los actores Osvaldo Sabatini y Catherine Fulop y mujer del futbolista Paulo Dybala, al revelar su fascinación por esta técnica, que actualmente está estudiando esta especialidad en Italia, donde su marido juega en el AS Roma, vigente campeón de la UEFA Conference League.
Oriana ha hablado en diversas ocasiones sobre cómo, a través de la tanatopraxia, busca comprender más sobre la muerte y el proceso de preparación de los cuerpos para los funerales. “Siempre tuve curiosidad por la muerte, y cuando vi la oportunidad de estudiar tanatopraxia, supe que era lo que quería hacer”, confesó Sabatini. A pesar de su carrera artística, esta práctica la ha cautivado tanto que se ha adentrado en ella, destacando la importancia del servicio que presta, a pesar de que no siempre se vea la gratitud de los familiares.
El plan de Dybala y su mujer Oriana Sabatini
Así, hace tan solo unos días, Sabatini compartió una anécdota que llamó la atención de muchos. Durante una cena familiar, recibió una llamada de Daniel Carunchio, dueño de la funeraria donde realiza sus prácticas. Era una noche tranquila y, tras cenar, le ofrecieron maquillar un cuerpo que acababa de llegar.
Fue entonces cuando Paulo Dybala, quien tenía planes de ver un partido de fútbol, decidió acompañarla. Según la propia Oriana, aunque su esposo no comparte su pasión por la tanatopraxia, accedió a llevarla y esperarla en la funeraria mientras veía el partido en su móvil. “Me dijo ‘tranqui, yo me quedo dando vueltas mientras veo el partido en la tele’ y se quedó y me acompañó”, relató la artista.
La situación despertó la curiosidad de muchos, pues no es común imaginar a una pareja famosa compartiendo momentos de trabajo tan inusuales. Mientras Dybala estaba más centrado en el partido, Oriana se concentraba en la tarea de maquillar al cadáver, dejando en evidencia cómo ambos logran apoyarse mutuamente en sus intereses, aunque sean tan dispares. El escenario de una cita en una funeraria ha sido algo que muchos han encontrado macabro.
Aunque Dybala no comparte la pasión de Sabatini por la tanatopraxia, accedió a llevarla y esperarla en la funeraria
“Es un trabajo que realizas sin esperar nada a cambio, y aunque a veces no ves a las familias, sabes que estás brindando un servicio importante”, expresó. Oriana también ha comentado lo enriquecedor que ha sido estudiar esta disciplina, destacando la necesidad de una preparación emocional sólida para llevar a cabo este tipo de trabajo.
La tanatopraxia es la técnica que permite la conservación temporal de los cadáveres, aplicando métodos para la conservación, higienización, restauración o reconstrucción para presentar el cadáver del fallecido de la forma más natural posible ante sus familiares en el velatorio. Aunque no se requiere una formación universitaria específica, es imprescindible realizar un curso homologado de carácter técnico en tanatopraxia y tanatoestética, que suelen durar entre 300 y 600 horas, combinando formación teórica y práctica.
